En cada oportunidad, tomaba cualquier papel que encontraba y dibujaba en él tratando de plasmar a mis personajes favoritos de cómics. Recuerdo haber desarmado cajas de cereales vacías para dibujar nuevas marcas en el reverso y diseñar etiquetas con sus logos para pegarlas en los discos de vinilo de mis padres, y como consecuencia, estas tempranas experiencias me permitieron ganar varios concursos de dibujo en la primaria. A los diecisiete años, tuve mi primer contacto con la tecnología, complementando el diseño de rótulos con las primeras computadoras de esa época. A los veintitrés años, fui uno de los pioneros en crear proyectos de diseño de anuncios y revistas, con las primeras versiones de Adobe Illustrator y Adobe Photoshop. Mientras ganaba experiencia en el área tecnológica, complementaba mis conocimientos con una carrera universitaria en las Artes Plásticas, donde aprendí los conceptos de la pintura, diseño y escultura. Todo lo anterior ha sido fundamental para desarrollar mi pasión por el arte y mi habilidad como artista gráfico.
Hoy en día, para un portafolio de artista, es esencial tener y desarrollar un estilo propio, dedicarse a una rama del diseño de manera fluida y coherente. Sin embargo, debido a la posibilidad de haber sido solicitado en varios tipos de empresas y ser contratado para trabajar, fue necesario para mí adaptarme a varios estilos, lo que me enorgullece y me permite considerarme un artista polifacético y resiliente. Puedo decir entonces que soy un diseñador y artista maduro con vasta experiencia.